Los efluvios de las rosas. De Fernando Bermúdez.




Análisis literario 
Eli Quezada


“La finalidad del arte
es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas,
no el copiar su apariencia.”
Aristóteles.


Es importante para mí luego de disfrutar la lectura de un libro como obra de arte...en este caso  de un poemario... sentir pero entender lo que el autor quiere dejarnos como meta mensaje en su escrito. Los signos que la hacen ser  representativa de una época, de un pensamiento, de una circunstancia. Lo que determina su autenticidad y su legado a posteriori.

Una obra de arte en cuanto es creativa siempre nos proporciona la posibilidad de destejer varias lecturas.  En el sentido eminentemente estético ya Einstein lo dijo: “La belleza es mirada” lo cual nos sugiere que cada mirada tiene algo que decir o aportar.

Cada obra nos permite  un reflejo reflexivo que nos conecta si o si con la obra y tiende a conmovernos como acto de espejo, que  es devuelto por el lector a la obra... por supuesto hablo de una verdadera obra de arte. Y esto se aplica a un libro, una música, una sinfónica, una pintura, una voz, una obra dramática o una pieza de ballet.

El arte tiende a regalarnos placer a manos llenas. Placer al crear; placer al admirar. Placer al ejecutar; placer al mirar.   Y allí se conjugan lágrimas, recuerdos, analogías y memoria histórica que nos hace estremecer ante la estética visual, sentimental, en todo caso es la simbiosis que se crea entre el espectador y la obra de arte.


Por eso me gusta rondar por los significados posibles de cada palabra. Comenzando por el título del libro que ahora nos ocupa: “Los efluvios de las rosas”, estamos hablando de efluvios, emanaciones, fragancia de las rosas... no obstante sabemos que el autor no se queda en el mero hecho químico olfativo, orgánico del acto de percibir si no que  va más allá. Nos habla de oxígeno vital... nos habla de vida, nos habla de esos instantes sublimes cuando nos  conectamos con la tierra, con la mar, con la luna o el sol. Nos habla de amistad. Todo es emanación, exhalación, es vida, contrario a muerte que es expiración, muerte, final y que, como cantó Manrique en sus famosas coplas, nos toca a todos por igual, grandes y chicos, pobres y ricos. En ese sentido “Los efluvios de las rosas” de Fernando Bermúdez es una obra que nace del amor, de amor humano y divino, de amor físico y espiritual, de vida. Este poemario está dibujado de pasión poética, de amor a la vida; de amor a las rosas que son metáforas fragantes de una vida perfumada de talento como la de este maravilloso escritor aragonés:

 “... hueles amor, igual que los jardines,
de mi Levante moro de azahares...
Hueles amor al alga de mis mares,
revoleada en la arena entre jazmines.” (pp.73)

En él, en su literatura, en su decir se conjugan fuertes elementos... De ricas y elevadas figuras retóricas... danza entre la razón y el corazón, nueva vez por tal razón, es su poética de fuerte influencia mística. Su corriente filosófica viene de Aristóteles.  Conoce al dedillo la copla, el soneto y la versificación por tanto va desde versos libres, pie quebrado hasta endecasílabos y alejandrinos.



“Los efluvios de las rosas”, es un documento de amor  donde su autor se regala a manos llenas a sus lectores. Si fuese una pintura figuraríamos un autorretrato o antología de su pensamiento y su vida. Lo clasifico como un libro de facturación mística, a pesar de que algunos de los estudiosos de la literatura mística rechazan que se pueda llegar a Dios por el intelecto, (la razón);  otros afirman la posibilidad de la unión con Dios a través del amor,  y cito:
“Ama la  vida, del amor naciste.
Goza como los niños y las aves,
del blanco seno y el caliente nido.
Amar lo es todo, conocer no es nada.”

“Deléitate en los brazos de tu amada
sin descender al fondo de tu goce.”
“Amalo todo, bebe de las rosas,
como la abeja, el zumo y la dulzura,
entrégate a la gracia de las cosas,
la vida como el arte es la ternura.” (pp.34)

Bermúdez usa en la construcción de sus poemas  un  lenguaje paradójico, como en el siguiente verso: “¿Quién la razón de la razón conoce?” etc., y casi estoy segura que usa el recurso de interiorización al ejecutar sus poemas místicos, lo que quiere decir que tuvo una preparación ascética (ahoga sus sentidos y provoca instantes de elevación que bien podrían llegarle sin proponérselo), y cito:
“Yo pienso en ti, señora,
Tú vives en mi mente
sin tregua, a toda hora. ¡Ave María!”
en mi lóbrega y yerta fantasía,
brilla tu imagen, apacible y pura, ¡Ave María!
Como el rayo de luz que el sol envía,
A través de una bóveda sombría, ¡Ave María!”(pp.93)

Por tanto puedo inferir que consiente el paralelismo entre el amor místico y el amor humano. Obviamente cada cual en su real perspectiva.  Logrando versos de mucha calidad. El libro contiene una poética de finísimos y caros registros donde se pueden notar referencias medievales de un Jorge Manrique;d pero además citas magistrales del trabajo de Gustavo Adolfo Bécquer como además esos aires espirituales y místicos como los de un San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, etc.:

Transgresión a Jorge Manrique
“Recuerde el alma dormida
avive el seso y despierte,
contemplando
¡cómo pasa la vida!

Más no la mía,
qué aferrado estoy en ella
viviendo latente noche y día.
¡No me arrebates mi vida!

‘Nuestras vidas son los ríos,
que van a dar a la mar’
que es fenecer por igual,
allí los ríos caudalosos,
allí los otros medianos,
y más chicos.
Allegados son iguales,
ricos, pobres, claroscuros.”

“Los ríos que van a dar a la mar...” (pp.77)


El título del libro está inspirado en un bodegón de su esposa,   Edel Melero,  destacada artista plástica que propone un jarrón con un ramo de rosas multicolores. De modo que el binomio amor-rosas se convierten en letras que proclaman todo el camino o la cosmogonía del hombre per se. Y los principales temas como la vida, el rio, la mar, la muerte, la luna, la noche, el sol, el día... y un pensamiento preclaro que nos reafirma que estamos ante un pensador poeta o poeta pensador que se circunscribe en la camada de grandes pensadores escritores contemporáneos. 

Los que conocemos o leemos a Fernando, sabemos de su gran devoción y culto Mariano. En especial a la Virgen de Sancho Abarca de su natal Tauste, y como tal lleva impregnado ese misticismo, o esa espiritualidad doquiera que se mueva. Sea en el ámbito narrativo, histórico o poético a lo largo de su carrera literaria. Su elemento natural tiene que ver primero con su deseo profundo de instruir; segundo por su sensibilidad creadora per se; y tercero por  la estética de la adoración, de la divinización y por tanto, de la espiritualidad o Fe. Y por tanto su obra tiene triple valor. Valor semántico y alegórico per se y valor espiritual y didáctico, amén de lo lirico. Para el poeta los valores, repito, amor, tiempo, que  transcurre inexorable, y muerte son elementos fundamentales de su construcción, y cito:


“El amor...
 es como una mariposa
que,
cuando es perseguida,
esta fuera de tu alcance,
pero,
si te sientas
en silencio,
es posible,
que se pose
sobre ti.” (pp.88)


Fernando es un escritor, que como yo, cree en la inspiración que viene de la mano de la preparación como un elemento divino, como una gracia. Más allá de la instrucción, de su academia, del empirismo y materialismo dialéctico  es un hombre de fe profunda, que cree en el misterio, que cree en el milagro, y como tal expresa esa divinización como parte de esa intensidad, esa pasión, ese amor.

Los efluvios en la literatura de Fernando  no solo huelen a rosas si no que son, definitivamente, de una plural riqueza olfativa y cognitiva; me huelen a orquídeas, a jazmines, a lirios, a tomillo;  y su texturas son clásicas-medievales, unas veces; otras de profundidades posmodernas y pensamiento ético- social; divinamente romántico y  siempre con una construcción formal, diáfana, de sinestesia intensa. Fue un placer leer su obra y recomendarla a todos ustedes.


Eli Quezada

(Arriba portada del libro, foto de Fernando en su adolescencia cuando iniciaba su amor a la escritura. Y otra foto en la actualidad.)

Breve biografía del autor
Fernando Bermúdez Cristóbal
Nació en Tauste, “Perla” de las Cinco Villas de Aragón. Graduado en Ciencias Sociales por la Universidad de Zaragoza. Estudió Derecho en la UNED, y Metafísica mediante la Universidad de San José (California). Es lector asiduo a la literatura y un melómano de la música clásica. A la temprana edad de los 14 años comenzó a escribir novela corta. Colaborando como articulista en los periódicos Amanecer, El Noticiero y Heraldo de Aragón. E igualmente ayudó a impulsar la revista Bardenas. Más tarde, pasó a llamarse Arada y Cultivo. Escribía con plácet de la época. A los 17 años el periódico Amanecer quiere contratarlo como redactor de dicha prensa. Le halaga la oferta. Fueron momentos singulares en su vida. Rechaza la oferta de Amanecer y también una propuesta de la Editorial Rollán de Madrid. A los 18 años se dedicó al estudio universitario. Dejó atrás un bagaje literario de veinte novelas cortas y cientos de artículos como colaborador de los periódicos y revistas comentados. Por circunstancias de trabajo, se ausentó de Tauste en el año 1972. Actualmente reside en Zaragoza.



[i] Bibliografia:

Casio de Tahust, -novela histórica. Editorial..., 2011.
Al norte del remanso. (Cuento pedagógico infantil), 2012
Pacioli & Aurora, (novela histórica-pedagógica sobre el Renacimiento italiano), 2014.
La colina del purburel (novela de época de Zaragoza y España en los 20’ y 30’), 2016
Relato favorabilis de lectura. (Relatos de la cotidianidad social, regional y nacional) 2017
Los efluvios de las rosas, Editorial Vitrubio, Madrid, Casa del libro, 2018.

Para descargar el primer capítulo de la novela “Casio de Tahust” y el cuento infantil favor ir a este sitio:

 [1] Bibliografia:


Casio de Tahust, -novela histórica. Editorial..., 2011.
Al norte del remanso. (Cuento pedagógico infantil), 2012
Pacioli & Aurora, (novela histórica-pedagógica sobre el Renacimiento italiano), 2014.
La colina del purburel (novela de época de Zaragoza y España en los 20’ y 30’), 2016
Relato favorabilis de lectura. (Relatos de la cotidianidad social, regional y nacional) 2017
Los efluvios de las rosas, Editorial Vitrubio, Madrid, Casa del libro, 2018.

Para descargar el primer capítulo de la novela “Casio de Tahust” y el cuento infantil favor ir a este sitio:



Comentarios