PREMIO NACIONAL DE LITERATURA 2016: Ángela Hernández.


Nos llena de profunda alegría en solidaridad literaria y como mujer que, el Premio Nacional de Literatura, fuera otorgado a Ángela Hernández, extraordinaria escritora, académica, oriunda de Jarabacoa, o como decimos, de nuestras montanas del Cibao.

Como lectora de su obra y seguidora de su pensamiento la reconozco como una feminista inteligente pero también como defensora de los mejores valores socio-políticos de la sociedad dominicana, en especial de los derechos de la mujer. Rica en matices y profundidades temáticas y de alto aliento poético. 

Entre su bibliografía, intensa, profunda, podemos citar, entre otros: "Las mariposas no le temen a los cactus» [Cuento, 1985], Desafío [Poesía, 1985], “Diez prejuicios sobre el feminismo” [Ensayo, 1985], “Desafío” [Poesía, 1985], “Alótropos” [Cuento, 1986], “Masticar una rosa” [Cuento, 1989], “Piedra de sacrificio’ [Cuento, 1997], “Mudanza de los sentidos” [Novela, 2001], “La escritura como opción ética” [Ensayo, 2003], “Charamicos” [Novela, 2003], “ Metáfora del cuerpo en fuga” [Novela, 2006].

Angela Hernández, para los pocos que no la conocen y para la comunidad de amigos del exterior que aun, no la han disfrutado, ha sido Premio Nacional de Cuentos en 1997 por su obra"Piedra de sacrificio". Premio Cole de Novela Corta por «Mudanza de los Sentidos» y el Premio Nacional de Poesía por "Alicornio".

!Enhorabuena!

Suscribo un fragmento de su inolvidable cuento:

 "Masticar una rosa"...  que pueden seguir disfrutando en su bitácora personal.

Mis ojos todavía eran verdes. En la boca, en vez de dientes, tenía ventanitas. La gente se lamentaba viéndome trabajar. “Tan pequeña, metida en una cocina, un día de éstos se va a quemar”.
Pero yo era dichosa en la alquimia compleja de la ristra del ajo, los granos de habichuelas ablandándose, las mezclas olorosas de las naranjas agrias con los ajíes picantes, las transformaciones que sucedían a mis juegos.
En mis ojos, desollados por la humareda de palos tiernos que ardían en el fogón, había alegría. El lugar tenía brechas y ventanas, un mundo fresco, oliendo a peras maduras y bosque, entraba por ellas. El presente equivalía a lo que abarcaran mi corazón y mis miradas.
Los invito a seguir leyendo en su blog... a cont. http://sanasanaculitoderana.blogspot.com/p/angela-hernandez…

Bien merecido!!!

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