Analogías en el libro MI INFIERNO…de Elsa Báez, su nueva producción poética.

Por Eli Quezada
“Las puertas del cielo y el infierno son adyacentes e idénticas.” 
Nikos Kazantzakis.

Presiento que cuando la autora escribió estos versos estaba imbuida de esa angustia creativa de la que hablaba Edvard Munch, quien dijo: “'Y estoy viviendo con la muerte… “Y además que Elsa, se pregunta, al igual que él: ¿Hay espíritus?, y cito:
Y la nostalgia que se mete entre las sábanas y me posee a la fuerza…“

Dice Jennet Tineo, en el prólogo a este interesante libro de poemas, lo siguiente: “La soledad es también la muerte desde ese infierno que Elsa Báez deja abierto en su poesía.”… Y no puedo estar más en consonancia con este enunciado expresado por la exquisita poeta Jennet Tineo.

Es más,  parto de este para hilvanar mis ideas con respecto al libro que gentilmente su autora me permite leer y analizar. Y no solo la soledad es muerte; sino que la vida es muerte, y es infierno… de modo que este parto literario nace de esos espacios autobiográficos o no, de esas fantasías o  no,  se van construyendo y destejiendo en esos trayectos de vida donde la muerte acecha, donde la soledad quiebra, donde existen ciertos paraísos luego de un empedrado  infierno: un destino, y cito:

“Esta soledad, inundada de pasos.
Que agita mi destino
y pellizca mis labios.”pp36


“la oscuridad salta y me quiebra.”pp22

Mi infierno es una ruta poética de  vida que contiene  muerte y todo lo que se mueve entre estos dos polos. Es como un péndulo      que va desde el nacimiento pasa por el desarrollo hasta llegar a la muerte. Y la poeta se mece entre esos instantes de alquimia, de magia. Unos de dolor, otros de espanto. Unos de soledad, otros de nostalgia y admiración…

Y cuestiones como la nostalgia, como el amor, como las creencias sincréticas, como la soledad, en fin, como la vida misma que es muerte, son materia prima para construir ese trayecto que es vida y muerte, que es dolor y gozo, que es amor y olvido, pero que se torna en infierno, muchas veces.  

Y produce versos tan estéticamente bellos, como este que nos produce un inquietante placer, como si el dolor nos reconfortara, como si el fenómeno bella/bestia  nos ganara. Y lo sublime del horror nos causara cierto placer:

 “... Ese olor a tierra mojada y
la música gris que cae y se desangra.”  


Me golpeo contra las rocas de tus palabras
me enredo con las algas de tu suspiro.
Entre moretones y jadeos,
me arrastro
hasta alcanzar tus pestañas.
Allí descanso,
siento que de nuevo estoy viva.” pp 42


Pero la autora en ese trayecto de vida, se enfrenta a dolores propios y ajenos y este canto a su suegro es un himno al dolor:

“Esta oscuridad muerde las manos
trato de escapar
pero tanto llanto, tanto dolor me acorrala.
Como es posible que tanta gente duerma mientras todo se inunda?
Despierten al sol, para que llegue la calma”pp 57


En algunos versos se pueden apreciar ciertos elementos sincréticos que la autora inserta en sus versos:

“El altar son tus pupilas
que ordenan procesiones.
Los luases son los besos
que no logran escaparse.
Las divisiones son los instantes
en que te desdoblas y
los colores son las veces
que te encuentro sin llamarte“pp59

Y en ese infierno donde se avistan espacios y dimensiones paradisiacas se retratan los afectos y la autora nos regala versos de una redondez  y un ritmo que  muestran pericia y
‘savoir faire’ (saber hacer) su ars poética. Ejemplo es el siguiente poema dedicado a su madre.

“…Llegó la noche cargada de eclipses
Mientras buscaba iniciar el texto
Pero me di cuenta que tu inmensidad
No cabría en ningún verso”pp 69

Entonces, lo dicho, esta ruta infernal de la exquisita autora Elsa Báez, es ‘el camino donde andan los amantes,’ como diría el cantautor Danny Rivera, está minado de esas analogías como la vida misma, como la muerte, como el dolor… es la ruta de vida de los mortales que somos todos…donde como si fuera una carrera de relevo debemos jugar el juego de la vida que pueden ser juegos del hambre, o juegos de los sentimientos,  que unas veces nos hacen vivir un cielo, otras veces, un  infierno, y como una rueda sin dejar de ser o estar en un camino recto, nos toca recorrer, aprender, re-aprender, recomenzar. Y así dejamos la piel carbonizada, lacerada, herida para encontrarnos, unas veces con una luz tras el túnel, con un paraíso, quizás, a veces con nada.


O, mejor aún, con una producción poética de gran valor estético y humano… producto de ese saber reinterpretar esa realidad o esa fantasía que, obviamente, invitamos a leer.

Comentarios

dorisanliterat ha dicho que…
La voz discursiva del hablante va deshaciendo cada verso minuciosamente con sumo cuidado , con la destreza que te caracteriza , esa voz perspicaz que va hilando cada verso del poemario y nos muestra lo que hay en él de importancia dejandonos con las ganas de leer este poemario . Así , de esta manera entiendo yo es que se debe estudiar un poemario u otro texto deconstruyendo cada imagen , leyendo entre linea deduciendo e incorporando otras maneras de leer el texto . Coincido contigo en la lectura que hiciste ... Gracias
Eli Quezada ha dicho que…
Me honran tus palabras, siendo que eres una autoridad en la materia querida poetisa,Doris Melo. Bienvenida a este, tu blog amigo.