ENTRE POLIFONIAS, MÚSICA SACRA Y TAREAS SUPREMAS.

 EL Padre Hilario, 

Entre Polifonías; Música Sacra y tareas supremas.

Por Eli Quezada

A propósito del Primer Recital de Coros Santiago Apóstol.

T. Adorno dice“La idea de la música es la figura del nombre divino: es oración desmitologizada, liberada de la magia de la influencia; es el intento humano, vano como siempre, de mostrar el nombre mismo, en vez de comunicar significados”
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La tarea de evangelizar, pero de hacer música, componer y dirigir una agrupación por más de cincuenta años, con un sello de calidad incuestionable, hace que la labor/arte del Padre César Hilario* se convierta, sea, como bien dice Nietzsche, “una tarea Suprema.”
Una tarea que busque sin buscar conmovernos, que nos embobe, nos llene de luz, nos petrifique en ese estado de gracia que produce el arte por el arte … hacer de nosotros mejores seres humano.
La música para F. Nietzsche era “la tarea suprema, más que las palabras, más que la filosofía, que el baile, que la poesía.” Para T. Adorno, la música, “pese a la dificultad que opone a los conceptos, como fenómeno central de la cultura, requiere un esfuerzo máximo de estudio que la sitúe más allá de las habituales y trilladas obviedades.”

Para Hegel, es importante descubrir el carácter absoluto de la música, “debe la reflexión musical suscribirse a la mediación y la fatiga del concepto.”

En todos los casos, para estos eminentes filósofos,  y parafraseando a Nietzsche, el estudio de la música es “tarea suprema”. Como excelsa y profunda, es la música sacra. Estos conceptos son bien entendidos si nos dejamos envolver en esa magia polifónica que logra el director del Orfeón de Santiago, el reverendo padre César Hilario, como lo hizo anoche, a propósito del Primer recital de coros Santiago Apóstol, transmitido para todo el país por Teleuniverso, canal 29.
Y comprendemos por qué tantos grandes pensadores, filósofos y compositores coinciden en que: “En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.” Schopenhauer

En especial la música de los grandes maestros. En este ensayo nos detendremos  en la música sacra, que es la que prefiero escuchar y de la queEl orfeón de Santiago, y Justamente quiero destacar que, probablemente, César Hilario, sea el único director coral Master en Música Sacra y Licenciado en Composición, después de haber agotado todas las materias propias del conservatorio, hasta Contrapunto y fuga: Mención Cum laude y cuyo certificado le fue otorgado por el Beato Juan XXIII, “El Papa Bueno”, el 26 de junio de 1962. Llega al país con una maleta de conocimiento y crea, de inmediato, EL ORFEÓN DE SANTIAGO.

La música sacra es música litúrgica, por tanto, debe reflejar una idea, un concepto bíblico de Dios. Sacra (del latín sacer, sacrum: « augusto»)  hace referencia a la forma de expresión musical de la Europa de la Edad Media/siglo V; desarrollada como parte de los ritos cristianos de la época. No obstante, se tiene referencia bíblica, cuando el apóstol Pablo en el libro de los Efesios  exhorta a la iglesia de Éfeso a entonar salmos, himnos y canciones espirituales.

Alrededor del siglo IX y el X nació el canto gregoriano, (Gregorio el grande) según se cree es una derivación de la música Carolingia la cual se deriva de una mezcla entre el canto romano y el canto gallego. Carlomagno la extendió por toda Europa.

En el siglo XII el canto gregoriano había suplantado a todos los demás cantos; El canto gregoriano fue clasificado en 8 modos y fue influenciado por el canto bizantino de oktoechos.

La música coral sacra, a capella tuvo su máximo esplendor en la región de los Países Bajos durante los siglos XV y XVI… Su mejor y acabado exponente fue Joaquín Des Pres de la famosa y pionera Escuela Flamenca, muerto en 1521. Fue el primero en imprimir sentimientos propios a una composición. Olvidó los complicados tecnicismos de la composición y ésta se fijó a 8, 6 ó 4 voces mixtas. Su mejor continuador fue Pierluigi da Palestrina (1525-1594) quien perfeccionó el estilo de los flamencos a tal punto que la polifonía (Música de Coro) se identificó con su estilo, creando la mejor convergencia de lo melódico y armónico de la Historia de la Música.

Hoy el mejor intérprete de Palestrina es Domenico Bartolucci, ex-profesor de composición en el Instituto de Música Sacra y Director perpetuo del Coro de la Capilla Sixtina y Académico de Santa Cecilia, donde estudió el padre… de modo que fue profesor del Padre Hilario y es su más amado referente. Como buen discípulo, entonces, el padre Hilario, nos transmite en cada  pieza que dirige, que arregla, que explica… esas vivencias, de primera mano.

Porque para él, es importante que el cantor entienda las particularidades de una pieza musical. No solo que se familiarice con las notas y el pentagrama sino que sienta lo que el autor sintió, si es posible el dolor, o el sufrimiento que se inscribe en esa melodía, o bien, la alegría. Se puede tardar horas llevando a los coristas, a Roma, a todos esos rincones que él recorrió con su amado maestro Bartolucci y sus conversaciones sobre Palestrina o los demás autores de aquellos clásicos. Y nos confronta con lo social, con el oprimido, con las injusticias, de nuevo, con el dolor. No sólo enseña sino que vive en. carne propia la doctrina social de la iglesia…

Felicitamos y honramos, con este articulo, la brillante participación del grupo coral, como constancia absoluta que, ante el estudio, el esfuerzo, la tarea suprema de buscar la excelencia fundamentada en la experiencia, sin olvidar honrar a los precursores, en todo caso,  es la base de una disciplina saludable que da esos frutos… Merecido homenaje.

Finalizo con otra cita importante que le confiere al arte musical, una preeminencia sobre la palabra:
Schönberg como Schopenhauer también defiende “la supremacía de la música sobre la palabra.” Y dicho esto, los invito a escuchar un canto gregoriano, o una pieza de Bach, como ustedes gusten, conmovida, me despido sin palabras… solo con música de los grandes.
 ©Elizabeth Quezada


*El Orfeón de Santiago fue fundado el 29 de Junio de 1962. Su Director, el Padre César Hilario comenzó sus estudios musicales en su ciudad natal: Moca, paralelo a sus estudios sacerdotales.  Es enviado a Roma a realizar estudios en el Pontificio Instituto de Música Sacra, adscrito al Conservatorio de Santa Cecilia. Fue Profesor en la PUCMM y director de la Coral Universitaria. Posteriormente fue director del Coro Nacional. Llegando a unir estas tres Instituciones del canto junto a la Sinfónica Nacional, que dirigía el Gran Carlos Piantini por la obra “El Mesías”.
Por su brillante trayectoria al frente del Orfeón de Santiago, ha sido merecedor de importantes premios y reconocimientos a nivel local, nacional e internacional. El Orfeón ha viajado a concursos internacionales: a la ciudad colombiana de Ibagué, en los ochentas.

Citas:             
ADORNO, T. W.: Sobre la música [Gerard Vilar ed.], Barcelona: Paidós, 2000 pag.26, 28,48
SCHÖNBERG, A.: El estilo y la idea, Madrid: Taurus, 1963. p.151

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