¿Quién manda?
“Y me solté el cabello, me vestí de reina,
me puse tacones, me pinté y era bella…¨
Gloria Trevi.
Y
así como canta, literalmente, la Trevi, me dispuse a salir de mi claustro, que
todos los que me conocen saben, es sagrado. Los reportes que me habían llegado
sobre esta filmación no esperarían el video rentado o hasta que el canal de
cable –cinelatino- la pusiera en cartelera. La curiosidad voyerista me instó a
moverme, a pesar, de mis dolores en las articulaciones, específicamente, mis
extremidades inferiores. ¡Y valió la pena! No en vano, ha sido seleccionada para representar el cine
dominicano en los OSCAR en la categoría de película extranjera.
El
cine dominicano ha ido creciendo de forma paulatina, al principio, como todo. Luego
de la Ley de Cine anda, prácticamente, en patines. Primero nace, gatea, tras largos años de estancamiento, ahora camina
y hasta corre. Es cierto que la gente que abarrota las salas de cine busca diversión,
risas, abstracción de esas utopías que todos llevamos dentro. No obstante como
el cine es arte… séptimo arte que engloba todas las disciplinas: música, baile,
canto, actuación, guión, escenografía, estilismos; es sometido al escrutinio de
las ¨miradas¨, de los gustos, del cristal con el cual y desde el cual se mira…
ya lo dijo Einstein: ¨La belleza no mira, es mirada¨.
Películas
de grandes contenidos y excelente histrionismo no necesariamente alcanzan
grandes recursos económicos y lo contrario. Sabemos que todo el que invierte
requiere recompensa. Requiere recuperar lo invertido y algo más para seguir
trabajando en la industria. Desde este punto de vista, o de mirada, claro que
los trabajadores y empresarios del cine, optarán por hacer lo que el
¨público-común¨ consume: la comedia. Pero qué rico es reconocer el valor como
pieza de arte, de actuación, de historia, de formato, etc. Más allá de la risa,
del dinero recaudado.
Y
todo esto para hablar de la película dominicana ¨Quien Manda¨, protagonizada
por uno de los mejores, si no el mejor actor dominicano, radicado en el país,
Frank Perozo y la comunicadora Nashla Bogaert, que me impresionó gratamente en
su caracterización de la mujer que ya no confía en el amor y trata de –jugar-
si se quiere con las mismas leyes que juega el –hombre mujeriego-… hasta caer,
al igual que él, en las redes del amor. Y es cuando todo se trastoca, todos los
planes dan al traste y terminan en una relación que no seguiré contando para
que la vayan a ver. Lo que sí diré es que Nashla logró que nos creyéramos la
trama. Frank, ya lo dije, es un actor probado, y los personajes secundarios, en
especial Micky Montilla, y las amigas de la protagonista, estuvieron geniales.
-Quien
Manda- es contada desde la perspectiva del personaje –hombre mujeriego- que
hace Frank, muy al estilo de un Woody Allen, con cortos de cámara entre él y
nosotros, el auditorio. Este recurso la hace cercana, la hace muy física-orgánica.
Es una comedia romántica que nos recuerda a ¨How to lose a guy in ten days¨
interpretada por Kate Hudson y Mathew McConaughey; y a la comedia romántica
¨Hitch¨ de Will Smith y Eva Mendez.
Desde
mi mirada, mi ópitica romántica, creo que me enfrenté a una película que no
tiene nada que envidiarle a las ya nombradas… ni siquiera a una fabulosa
historia de Jane Austen. Un pelillo sería el final. Muy usado…
Es
una película que corre a la excelencia, por su guión, por la calidad de las actuaciones
y claro, por la gran labor del director. En esta película se cuidaron todos los
pequeños detalles. Señores, los dominicanos ya nos vestimos de trajes largos
para premiar a nuestro cine…un cine que compite de tú a tú con el extranjero.
Entonces,
¿quién manda?, manda el amor…manda la sinceridad y la autenticidad. Y en el
cine, mandan las cosas bien hechas.
FICHA:
Frank
Perozo (actor y productor)
Nashla
Bogaert (actriz principal)
Micky
Montilla,
Cuquin
Victoria
Director:
Ronny Castillo
Producción:
Frank Perozo, Larimar Films.
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