Por: Carlos Martínez Márquez
Sus treinta y cinco años de existencia parecería que fuesen tan exiguos, con una trayectoria esplendorosa, que lo llevaría a tocar con sus manos, el infinito de las teclas de un piano y las cuerdas de un violin. Dió tiempo para todo en cuanto hizo "su réquiem", convertido en mito, cuyo presagio le advertiría una partida a destiempo, en donde la especulación daba una categoría o apariencia de misterio.
Vió sus finanzas menguadas, tras su despido en la corte de Salzburgo, pero por cosas del destino lo lleva a instalarse a Viena, quedando atrapado en medio de la fama para el resto de su vida.Fué todo un pródigo voraz, cuyas composiciones e interpretaciones, eran del aprecio de la aristocracia y realeza europea: A sus cinco años tuvo el- ‘’Don’’ virtuoso de dominar composiciones de obras musicales, proliferando de manera vertiginosa su ingenio, y, a los diez y siete años había sido contratado por la corte de Salzburgo, lugar donde lo ve nacer.
De muy chico devoraba con improvisaciones, frases musicales, en la que, las lecturas a primera vista, eran asimiladas por la gran memoria prodigiosa que poseía.Su niñez pasó desapercibida, por su comportamiento de gran madurez; sus diestras manos le bastaban para vencer con grado de dificultad, el Clavicordio, el Clavecín y Violín.
Fué un gran aventajado por la influencia de Bach en sus composiciones de gran dominio; Despertó la simpatía de la madre del emperador, madame María Teresa, gracias a sus dotes en las ejecuciones.
En Milán encontró la fuente de inspiración para la ópera Mitridate, re di ponto en el 1770; Motete Exultate, jubilate- fué- una de las primeras obras famosas que escribió, siendo en la actualidad la más interpretada: "Concierto para piano y orquesta no.9 en mi bemol mayor", fué el punto de inflexión de su obra, ponderada por sus críticos en el 1777.
Viena, la ciudad que vio partir a aquel hombre notable, de figura pálida y delgada, cuya cabellera de cabellos claros lo hacían lucir vanidoso, fué quien acogió a unos de los mas grandes genios de la historia musical, por sus improvisaciones y recitales.
Joseph Haydn citaba, que "la posteridad no vería tal talento otra vez en cientos de años", haciendo referencia al egregio, Wolfgang Amadeus Mozart".
CarlosMartínezMárquez.SD
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