El arte de servir


Por Carlos Martínez Márquez

El marketing cuenta con un gran aliado en los últimos tiempos: el llamado “Servicio al cliente”. Utilizado como pie de amigo en todo negocio. La comunicación en esencia es la base primordial para conservar -la identidad y la buena imagen-, que se quiera proyectar hacia el cliente, porque este es, quien finalmente incide en el desarrollo de la empresa.

Debe haber un monitoreo permanente, de cómo fluye la comunicación, entre la comunidad y las empresas. Medir además, el nivel de satisfacción y percepción que se tenga del usuario. La competencia, (como siempre) al acecho ante cualquier muestra de debilidad, de aquellos que no asocien sus vínculos con el cliente.
La plataforma para sostener una buena gerencia, dependerá: de un personal motivado-identificado con los valores y símbolos, que las mismas transmiten como una filosofía a destacar.




Las empresas no deben escatimar recursos para mantener -un personal- estrechamente comprometido con la entidad. La dinámica debe agotar todos los medios, para que los consumidores perciban a plenitud, una buena gestión de servicios por parte de sus proveedores.

El apoyo de un personal calificado, se convierte en un gran soporte intrínseco, que naturalmente tendrá responsabilidad cardinal, en la buena imagen y el éxito de la empresa. Al margen de todo esto: llamo poderosamente la atención, para aquellas grandes compañías, que exhiben precariedades de eficiencias, cuando prestan servicios con muchos contratiempos.
El usuario- califica- por la buena gestión y la rápida atención, a su proveedor.
A pesar: de que hoy día se cuenta con una plataforma de tecnologías, para el buen manejo de la información y comunicación. Hay que mejorar en sentido general.

En otro orden, Se hace estresante y agotador las llamadas en esperas - en donde en ocasiones-, necesitamos la intervención en línea, de alguien quien nos oriente, de manera rápida y precisa, las filas innecesarias, ocasionadas muchas veces, por la escasa disponibilidad del personal de turno, que sirva para aligerarnos el tiempo de espera. Otro punto, en la que se debe poner atención, es en las llamadas de seguimiento al usuario, que muchas veces prometen devolvernos con prontitud y al final nos quedamos en ascuas.

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