Vinicius de Moraes

He aquí un soneto de un poeta que no se olvida.

Soneto de la separación


De repente la risa se hizo llanto,
silencioso y blanco como la bruma;
de las bocas unidas se hizo espuma,
y de las manos dadas se hizo espanto.

De repente la calma se hizo viento
que de los ojos apagó la última llama,
y de la pasión se hizo el presentimiento
y del momento inmóvil se hizo el drama.

De repente, no más que de repente,
se volvió triste lo que fuera amante,
y solitario lo que fuera contento.

El amigo próximo se hizo distante,
la vida se volvió una aventura errante.
De repente, no más que de repente.

[Versión de César Conto]

Comentarios

fenway ha dicho que…
Los sonetos me seducen.Son muy explosivos al final.Escribes mucho de ellos?Pos le hice un soneto,para ser leido en el aire el proximo viernes 24,del programa "chocolate mañanero".Te lo recordare un dia antes,para que sintonices la 91fm.
Eli Quezada ha dicho que…
Wow!!! Muy interesante... felicidades