donde todo comenzó...

Gracias por llegar hasta aqui y tomarse el tiempo precioso de leer 
y detenerse a dejar un comentario. 

Les prometo no aburrirles. 
Es más les prometo una tacita de café espumoso, o con crema...
como lo prefieran: con unas galletitas de avena y nueces; 
o, a lo mejor prefieren un té frío o caliente...
o quizás una copa de vino. 
Conmigo todo es posible porque tengo como el límite el cielo. 
Y por ustedes, juro... soy capaz de todo. 
Hasta de ponerle precio a mi soledad...
Sólo una cosa no les daré y es mi libertad de expresión 
y mi derecho a vivir en libertad.



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