Vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz

Sor Juana Inés de la Cruz
Nace en San Miguel Nepantla, Estado de México, el 12 de noviembre de 1651. Hija ilegítima, su madre fue la criolla Isabel Ramírez de Santillana y su padre Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca, militar español. Aprendió náhuatl con sus vecinos. Descubrió la biblioteca de su abuelo y así se aficionó a los libros. Leyó a los clásicos latinos y griegos (éstos probablemente en traducciones o manuales, ya que Sor Juana no sabía griego, ni había muchos libros griegos publicados en México), y dominó extraordinariamente la teología del momento. Aprendió latín de forma autodidacta en veinte lecciones, según los datos que se mencionan en algunas de sus obras. De joven estuvo en la corte virreinal mexicana, y de este tiempo hay muy pocos datos biográficos, aunque se sabe que fue dama de la virreina, la marquesa de Mancera. Quiso ir a la Universidad y en algún momento le pasó por la cabeza vestirse de hombre, pero al fin decidió meterse a monja. Después de un intento fallido con las Carmelitas, cuya regla era de una rigidez extrema que la llevó a un periodo de convalecencia, ingresó en la órden de las Jerónimas, donde la disciplina era algo más relajada, y tenía una celda de dos pisos y sirvienta. Allí pasó la vida, escribiendo versos sacros y profanos, villancicos cada Navidad, autos sacramentales y dos comedias de capa y espada. También sirvió como administradora del convento, con buen tino, y realizó experimentos científicos.
Su confesor, el jesuita Antonio Núñez de Miranda le reprochaba mucho que escribiese, labor que creía vedada para la mujer, lo que junto con el frecuente contacto con las más altas personalidades de la época debido a su gran fama intelectual, desencadenó las iras de éste. Bajo la protección de la entonces virreina, marquesa de la Laguna, decidió rechazarlo como confesor. Esta amistad con las virreinas queda plasmada en versos que usando el código del amor cortés han llevado a una errónea interpretación de las mismas, en aras de ciertas tendencias homosexuales. A las dos que coincidieron temporalmente con ella les escribió poemas bastante encendidos, y a una le dedicó un retrato y un anillo. Fue precisamente una de las virreinas la primera en publicar los poemas de Sor Juana. Sor Juana se vio involucrada en una disputa teológica, a raíz de una crítica privada que realizó de un sermón del muy conocido predicador de la época António Vieira, que fue publicada por el obispo de Puebla Manuel Fernández de Santa Cruz; éste la prologó bajo el seudónimo de Sor Filotea, recomendándole que dejara de dedicarse a las "divinas letras" y se dedicase en cambio a las divinas, de las cuales, según el obispo de Puebla, sacaría mayor provecho. Esto provocó la reacción de la poetisa a través del escrito "Respuesta a Sor Filotea", donde hace una encendida defensa de su labor intelectual y en la que reclamaba los derechos de la mujer a la educaciónm. Hasta la fecha no se sabe por qué dejó de escribir, los críticos católicos han visto en Sor Juana una conversión a la fe y una entrega mística a Jesucristo, otros han visto, en cambio, una conspiración misógina tramada en su contra, tras la cual fue condenada a dejar de escribir y se le obligó a cumplir lo que las autoridades eclesiásticas consideraban las tareas apropiadas de una monja. Hasta la fecha no han existido datos concluyentes, pero sí se han avanzado en investigaciones, donde se ha descubierto la polémica que causó la "Carta Atenagórica". Lo cierto es que llamó a Núñez de Miranda para que la asistiese otra vez y poco antes de su muerte, Sor Juana fue obligada por su confesor a deshacerse de su biblioteca y su colección de instrumentos musicales y científicos. Muere por una epidemia el 17 de abril de 1695 a los cuarenta y tres años.
(Más datos pueden encontrarse en Wikipedia, pinchando los links resaltados)

Comentarios

MeG Quezada. ha dicho que…
Mami me facilitó la comprensión de una lectura de Sor Juana, el conocimiento de su época y su vida. Muy interesante los puntos que destaca el gran escritor Octavio Paz sobre lo importante de su obra. Un beso.
Marie
Ophir Alviárez ha dicho que…
La vida de Sor Juana es más que admirable, su obra, su fuerza...Me sumergí en ese libro de Octavio Paz y disfruté cada una de sus páginas.

Gracias por traérmelo de vuelta.

Un beso!

OA
Eli Quezada ha dicho que…
Gracias Ophir...siempre es bueno tener a Octavio Paz y sus libros en la cabecera...Yo soy su fans number 1.

Un beso por pasar por aqui...
Eli